El acto en Rosario convocó a unas 300 mil personas... (fotos DyN)
En Salta la convocatoria no tuvo el número de personas que el gobierno Nacional esperaba (fotos DyN)
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Entre los exponentes se tocaron temas sobre los servicios que le pueden ofrecer al turista, a través del banco. Como así también se mencionó en la mesa la amplitud del catálogo de productos y servicios que se pueden comercializar desde la entidad bancaria.
El Dr. Martín Molina Zavalla, Subgerente General del Área de Asuntos Jurídicos anunció las nuevas medidas que el directorio del Banco Provincia proporcionó para deudores morosos. Donde los mismos podrán beneficiarse con refinanciaciones a intereses con índices bajos.
Otro de los temas más relevantes fue la funcionalidad de Movimientos Conformados del Día, a través del Servicio DATANET BANCO PROVINCIA. Con acceso desde el sitio www.interbanking.com.ar se obtiene información sobre Consultas, Cuentas, Movimientos del Día, con totales de Débito y Crédito. Se anunció el Centro de Contacto Telefónico para obtener mayor información llamando al 0810-22-BAPRO (22776).
La reunión culminó con un ágape donde los integrantes aprovecharon para tener una charla amena de camaradería.
Periodista/Ariel Fontana AFnotinet
Hoy a quince días de aquella tragedia, Santa Teresita empieza a mostrar la cara oculta de una localidad que cambió rotundamente de la que era hace 10 años atrás. La inseguridad y un "mercado paralelo" de artículos robados, va ganando terreno sobre la comunidad.
Nada es como antes y cada vez es peor. Robos, droga y prostitución, todo se habla en voz baja y la información en muchos medios locales llega a modo de versión y se dispersa de la misma forma, sin chequear las fuentes y sin criterio a la hora de opinar. Sobre todo en Zona Centro, donde hay FMs que se valen de poner al aire personas que comentan sobre estos temas sin identificación.
El caso de Mara, es uno más de los que se manejan con la misma metodología. El área que debería haber estado restringida, después de cuatro horas de encontrado el cuerpo y a minutos de ser retirado –el de Mara-, quedó sin la cinta. Allí se podía caminar y los curiosos no tardaron en "pisotear la zona". A poco más de 48 horas, la policía había sindicado a 5 personas que tenían relación con el caso. Y en menos tiempo la foto del primer detenido circulaba por los medios, antes de que el Juez de Garantía de Dolores, librara la orden de detención. La ronda de reconocimiento, ya no tiene sentido.
Dr. Diego Olivera Zapiola
El fiscal de la causa hasta ese momento, Dr. Diego Olivera Zapiola trataba de explicarle a los manifestantes concentrados en la esquina de la comisaría 1º que necesitaba volver a su oficina para mandarle las pruebas al Juez para concretar la detención. En ese momento, vándalos y jóvenes de los conocidos "pibes chorros", comenzaron con lluvia de piedras sobre la dependencia, el personal y los móviles.
Se habló de una "Pueblada", unos dijeron que allí no estaba el pueblo, otros dijeron: "Ellos también son parte del pueblo".
Hoy de Mara se habla poco y se obtiene muy pocos datos de fuentes especializadas. La causa está tomando un giro, que no es el original. Esto no ocurre siempre, sólo cuando la víctima está involucrando a un sector "non santo" que existe en la sociedad y que por lo bajo se sigue legitimando.
Periodista: Ariel Fontana (AF-notinet)
Han pasado ya unos días de los hechos que sacudieron a los vecinos de Santa Teresita. Una violencia a la que nuestra comunidad no estaba habituada y observaba con sorpresa y temor.
Esta distancia en el tiempo, permite que se pueda analizar y declararse al respecto con la objetividad desprovista de la lógica emocional del momento.
Los hechos vandálicos sucedidos no son ajenos ni novedosos para la sociedad argentina que los sufre o los observa a través de los medios de comunicación, la violencia como forma de protesta es hoy día lamentablemente una de las mas frecuentes actitudes a las que acuden distintos sectores para pedir lo que entienden se les debe.
Excede esta declaración el extenderse sobre las causas que han llevado a ese estado de cosas que muestra como la violencia va ocupando cada vez mas espacios, a la que no escapan incluso los niños, pero podemos referirnos a lo pasado en nuestra localidad, sin pretender aislarlo del contexto general.
No es la primera vez que los vecinos deben reclamar por más y mejor respuesta de la policía, la justicia y la política, ante la suma de delitos que se producen reiterada e indiscriminadamente en la zona. Robos, daños y aún – en los últimos tiempos – violencia y armas empleadas en su logro.
Pero nunca aquí, pudimos observar como esta vez, un grupo vandálico que atacó indiscriminadamente a instalaciones y oficiales de la policía con el aparentemente simple y único fin de producir daños. Si hubo otros objetivos los desconocemos.
El normal temor de quienes no son violentos ante esto y el deseo de no ser parte, provoco el alejamiento del lugar de los vecinos que reclamaban por medidas que entendían debían producirse ante la violación y muerte de una menor y que se temía no lo fueran, corolario de anteriores reclamos de seguridad y justicia no satisfechos.
Es cierto y no podemos negarlo, que nuestra comunidad ha cambiado, ha crecido y con ello se han importado metodologías o se ha aprendido de ellas y se las imita, produciendo una nueva escalada delictual y violenta en desmedro de las condiciones de vida de una sociedad que se jactaba – lamentablemente ya ha quedado solo en la memoria – el no cerrar con llave la puerta de calle. No nos satisface que nos digan que hemos dejado de ser pueblo y hoy somos ciudad con todos sus conflictos.
Entendemos la lógica indignación y el temor de los vecinos que ven perder rápidamente su seguridad y no encuentran respuesta adecuada en quienes deben brindarla y como vecinos e Institución adherimos firmemente a sus justos reclamos, siempre realizados en un marco democrático y consensual, y así también lo hemos hecho en anteriores oportunidades.
Pero repudiamos la violencia de todo signo, entendemos que esta no se justifica y que por el contrario, el diálogo, la búsqueda de consensos en pro de solucionar diferencias y pretensiones, el reclamo ruidoso en todo caso, pero nunca la violencia, es el camino que nuestra sociedad debe seguir, pidiendo a los violentos reflexión y moderación, aunque sea difícil esperar también por parte de ellos una respuesta satisfactoria.
Siempre nos queda la pregunta de que debe hacerse cuando las respuestas no llegan pese a los insistentes y permanentes reclamos, y vemos que la Justicia, por las razones que fueran (exceso de casos, insuficiencia de personal y medios, cárceles insuficientes, normas legales que desde el concepto gararespuentista parecieran proteger al delito y no a la victima, etc.) no responde a esos reclamos.
¿ES LA VIOLENCIA LA SOLUCIÓN?
Dañar y aún destrozar los bienes que los ciudadanos pagan con sus impuestos y que deben servir para que quienes tienen la responsabilidad de proteger a los ciudadanos los utilicen, ¿lo es? Sabemos que la violencia engendra más violencia.
Vivimos en una comunidad de vecinos que históricamente han trabajado arduamente para que hoy esta zona sea un destino turístico tradicionalmente deseado por las bellezas naturales pero también por la tranquilidad y seguridad que ofrecía, también gozada por sus habitantes permanentes y por la que se reclama ante su pérdida.
En esta oportunidad, y en todas en las que una manifestación de vecinos que aún airadamente expresan sus exigencias de soluciones, justamente por falta de soluciones ante los hechos que los agravian como individuos, familias y ciudadanos, apoyamos el reclamo pero debemos condenar la violencia y el vandalismo que no son las conductas que hacen a la solución de los problemas, solo los acentúan y deben ser extraños a la relación entre los individuos y la vida de la sociedad.
Estas imágenes muestran los resultados de inadaptados, que frente a la comisaría 1º pedían justicia por la muerte de Mara Matheu, encontrada sin vida en Santa Teresita el lunes pasado.
Un grupo de personas, que no representaba al pueblo de Santa Teresita, empezó a tirar piedras en medio de la concreción del diálogo entre el fiscal y otras personas que esperaban explicaciones sobre el caso de Mara.