El peor enemigo que tienen los políticos se llama TRANSPARENCIA, y la herramienta de este sistema que menos se utiliza es EL CONSENSO, sobre todo el popular.
Art. 22.- El pueblo no delibera ni gobierna, sino por medio de sus representantes y autoridades creadas por esta Constitución. Toda fuerza armada o reunión de personas que se atribuya los derechos del pueblo y peticione a nombre de éste, comete delito de sedición. (Constitución Nacional Argentina)
Aquí está más que claro, que los gobernantes no están para hacer lo que ellos quieren. En el artículo dice: "(...)sino por medio de sus representantes" y no dice: "(...) Sino sus representantes". Y en la República Argentina, el pueblo no gobierna a través de sus representantes, sino que quienes gobiernan este país son aquellos políticos que hoy ocupan cargos en el gobierno, en toda su esfera. Así no se gobierna Democráticamente.
El proceso para que Argentina salga de la crisis por la que pasó -entre tantas-, ya terminó. Había que tener a un pueblo "colgado" de planes sociales como para que, con la panza llena no moleste en las decisiones que había que tomar, pero eso ya pasó. Siempre se pagan costos muy altos para salirse de semejante crisis. Ahora tiene que venir lo mejor, el desarrollo, el crecimiento.
Sin embargo, en cada discurso de los Kirchner no dejan de recordar todo lo que hicieron y repiten y repiten, ya está hicieron lo que había que hacer, para eso están allí, para REPRESENTARNOS, no para someter a un pueblo con reproches. Si un país crece a través de su industria, de su exportación, para que trabar una situación sin tener un mero conocimiento de lo que sucede en el campo. Tal vez resulte fácil ver una camioneta 4x4 que cruza una tranquera, que por supuesto no es la misma que entra en un Country Privado. Claro que los móviles que se utilizan en el campo no son los mismos que se utilizan en la ciudad. Aquí en la Costa vemos llegar tremendas camionetas con un tráiler transportando cuatriciclos. Es diferente el sol que pega en la frente de un chacarero al que le da a los chicos que saltan los médanos.
Pero claro, ahora el reclamo se hace desde la unidad, cosa que no pasa en la ciudad porque los intereses son distintos y los medios de vida son diferentes. Un hombre de campo sabe lo que le cuesta cada peso que tiene en su bolsillo y si son muchos lo valora, porque no se olvida del sacrificio que pasó detrás de una mala cosecha. En cambio los que viven colgados de los subsidios que les tira el gobierno nada saben del sacrificio, más que el de pasar horas sentados en algún pasillo esperando las órdenes de los políticos para viajar a hacer bulto en algún acto. Se los ven en todos los lugares, llegando en colectivos pagos y prepoteando a quienes no están de acuerdo con el oficialismo. ¿Se imaginan? A donde van a parar estos tipos si se les cortan los beneficios económicos que reciben, ¿quién puede tomar de empleado a un patotero que vive de la política?
¿Se puede cambiar todo esto? Si, se puede y de manera sencilla: con transparencia en la gestión. Los fondos públicos además de ser públicos se deben publicar.
Nadie sostiene semejantes vagos con dinero del bolsillo, sino del Estado y ese dinero es nuestro, de todos los que elegimos a ciertas personas para que se hagan cargo de lo que uno no puede hacer. Pero las reglas de juego son distintas a las que se aplican y con un agravante, cada vez menos democráticas.
Que la señora presidenta siga gobernando hasta el último día de su mandato, porque así es la democracia, que recorra el país escuchando la demanda del pueblo y que en las próximas elecciones los argentinos aprendamos a votar a dirigentes que estén comprometido con una Nación, con una comunidad que dignifique su calidad de vida. Que tenga en su persona la posibilidad de desarrollarse como tal y no que viva gracias a un plan trabajar o un subsidio del Estado.
Los números que pregona el gobierno son los que enmascaran una realidad social. No coinciden con los que se deberían mostrar sobre Salud, Educación, Trabajo en Blanco. También es responsabilidad del pueblo que esto tenga un rumbo adecuado.
Art. 22.- El pueblo no delibera ni gobierna, sino por medio de sus representantes y autoridades creadas por esta Constitución. Toda fuerza armada o reunión de personas que se atribuya los derechos del pueblo y peticione a nombre de éste, comete delito de sedición. (Constitución Nacional Argentina)
Aquí está más que claro, que los gobernantes no están para hacer lo que ellos quieren. En el artículo dice: "(...)sino por medio de sus representantes" y no dice: "(...) Sino sus representantes". Y en la República Argentina, el pueblo no gobierna a través de sus representantes, sino que quienes gobiernan este país son aquellos políticos que hoy ocupan cargos en el gobierno, en toda su esfera. Así no se gobierna Democráticamente.
El proceso para que Argentina salga de la crisis por la que pasó -entre tantas-, ya terminó. Había que tener a un pueblo "colgado" de planes sociales como para que, con la panza llena no moleste en las decisiones que había que tomar, pero eso ya pasó. Siempre se pagan costos muy altos para salirse de semejante crisis. Ahora tiene que venir lo mejor, el desarrollo, el crecimiento.
Sin embargo, en cada discurso de los Kirchner no dejan de recordar todo lo que hicieron y repiten y repiten, ya está hicieron lo que había que hacer, para eso están allí, para REPRESENTARNOS, no para someter a un pueblo con reproches. Si un país crece a través de su industria, de su exportación, para que trabar una situación sin tener un mero conocimiento de lo que sucede en el campo. Tal vez resulte fácil ver una camioneta 4x4 que cruza una tranquera, que por supuesto no es la misma que entra en un Country Privado. Claro que los móviles que se utilizan en el campo no son los mismos que se utilizan en la ciudad. Aquí en la Costa vemos llegar tremendas camionetas con un tráiler transportando cuatriciclos. Es diferente el sol que pega en la frente de un chacarero al que le da a los chicos que saltan los médanos.
Pero claro, ahora el reclamo se hace desde la unidad, cosa que no pasa en la ciudad porque los intereses son distintos y los medios de vida son diferentes. Un hombre de campo sabe lo que le cuesta cada peso que tiene en su bolsillo y si son muchos lo valora, porque no se olvida del sacrificio que pasó detrás de una mala cosecha. En cambio los que viven colgados de los subsidios que les tira el gobierno nada saben del sacrificio, más que el de pasar horas sentados en algún pasillo esperando las órdenes de los políticos para viajar a hacer bulto en algún acto. Se los ven en todos los lugares, llegando en colectivos pagos y prepoteando a quienes no están de acuerdo con el oficialismo. ¿Se imaginan? A donde van a parar estos tipos si se les cortan los beneficios económicos que reciben, ¿quién puede tomar de empleado a un patotero que vive de la política?
¿Se puede cambiar todo esto? Si, se puede y de manera sencilla: con transparencia en la gestión. Los fondos públicos además de ser públicos se deben publicar.
Nadie sostiene semejantes vagos con dinero del bolsillo, sino del Estado y ese dinero es nuestro, de todos los que elegimos a ciertas personas para que se hagan cargo de lo que uno no puede hacer. Pero las reglas de juego son distintas a las que se aplican y con un agravante, cada vez menos democráticas.
Que la señora presidenta siga gobernando hasta el último día de su mandato, porque así es la democracia, que recorra el país escuchando la demanda del pueblo y que en las próximas elecciones los argentinos aprendamos a votar a dirigentes que estén comprometido con una Nación, con una comunidad que dignifique su calidad de vida. Que tenga en su persona la posibilidad de desarrollarse como tal y no que viva gracias a un plan trabajar o un subsidio del Estado.
Los números que pregona el gobierno son los que enmascaran una realidad social. No coinciden con los que se deberían mostrar sobre Salud, Educación, Trabajo en Blanco. También es responsabilidad del pueblo que esto tenga un rumbo adecuado.
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