lunes, 24 de septiembre de 2007

La Seguridad va por un solo camino

No existen fórmulas mágicas para disminuir el índice delictual, ni ecuaciones que puedan construir un muro para detener la ola creciente de inseguridad. Sólo si empezamos a emplear el sentido común.
Si comenzamos por ser prácticos, debemos arrojar al tacho de basura la metodología empleada hasta ahora por gente que se autoproclaman emergentes sociales que se atribuyen la idea de solucionar este problema juntándose en una esquina o reuniéndose en un club.
Primero, cuando decimos seguridad, bien podríamos mencionar otros problemas sociales como salud, trabajo y educación. ¿Se imaginan solucionando la problemática de estos pilares que sostienen a un Estado, juntando a un grupo de vecinos en una esquina o en club de barrio?
Por favor, hasta cuando vamos a sostener en pie tanta mediocridad. Hasta cuando vamos a seguir restando crecimiento a una comunidad estancada. ¿Por qué crecen los municipios que rodean al Partido de La Costa? ¿Saben por qué? Porque no pierden el tiempo en estupideces.
Cuantas reuniones más se van a hacer para que la gente se junte a hacer catarsis, para que siga gritando las mismas pavadas que grita siempre en este tipo de encuentros.
Como pretendemos ver el problema desde lo macro, si no sabemos que hacer cuando tenemos un diagnóstico desde lo micro. Harto de escuchar sólo el problema y nunca la solución, porque además se pretende imponer como solución juntar firmas, gritar en una esquina, o mucho peor desde las radios locales, como es el caso de tuyú fm que conduce Daniel Velázquez en Santa Teresita que quiere solucionar el problema sin moverse de la silla que lo sostiene para hablar por un micrófono. Es una barbaridad, como también desde hace rato lo viene haciendo Susy Barracosa, otra que no mueve su enorme trasero del micrófono para hacer algo coherente por la comunidad. Pero mientras tanto no aportan, -en ambos casos-
sostenidos por una audiencia que no analiza lo que se le mete en la cabeza y así no salimos más de esta mediocridad.
No se puede pretender que este problema se solucione en 24 horas, porque la inseguridad se ha incrementado gracias a la metodología empleada hasta el momento. El ministerio de Seguridad propuso como herramienta de trabajo la ley de Foros 12.154, y no sirvió a la comunidad. Sólo -en el Partido de La Costa- fue una herramienta práctica que utilizó muy bien Juan Aranguéz, pero la comunidad costera se quedó con la demanda y los reclamos reiterativos al Dr. León Arslanián. Tampoco funcionó. Disminuir el delito, es un trabajo de aplicar políticas de seguridad dentro de una comunidad, de la cual no es una comunidad cualquiera, sino ésta debe ser organizada. Esta característica sólo se da cuando Sociedad y Estado trabajan complementados.

El Sentido Común

Es lo que nos falta, el sentido común, o -dicho de otro modo- el más común de los sentidos. Alguien dijo en algún momento que por qué pensamos que vamos a tener un resultado diferente, cometiendo los mismos errores, y creo que tiene mucha razón. Urgente hay que cambiar la metodología, ya la probamos y nos fue mal, pésimo.
Tenemos el diagnóstico, ahora vamos hacia la solución probable para disminuir el delito.

La propuesta

No es mi idea, sino me voy a parecer a Velazquez o Barracosa que siempre se atribuyen tener ideas espectaculares para la comunidad. ¿Se imaginan una comunidad creada por estos personajes?. Disculpen, hacen tanto daño desde la radio, que sólo trato de decirlo con la esperanza de que alguien tomará conciencia y moverá el dial de su radio. Continúo, debemos empezar por comunicarnos entre vecinos. Entre vecinos podemos cuidar el barrio, ver que está pasando a pocos metros de nuestras casas. Que mejor que el vecino para saber que ocurre en la cuadra. Sobre todo cuando llega una cara nueva al barrio o pasa caminando con actitud sospechosa. Podemos saber, de acuerdo a sus movimientos, que está haciendo allí.
Si lo miramos del otro lado, si uno se fuese a vivir a otro barrio y los vecinos nos miran con cara de desconfianza. Lo primero que haría es acercarme y presentarme: "Soy fulano de tal y vengo de.... y le agradezco su desconfianza, usted me está demostrando que también a cuidar mi casa". Es lo más simple que uno puede hacer, sobre todo cuando se es decente.
Claro que esto no sólo termina aquí, cuando en un barrio ocurre un sucedo desagradable, los vecinos citan al titular de la comisaría, al delegado municipal y también a las instituciones que están relacionadas con el tema.
Una comunidad organizada tiene más ventajas que otras. No alcanza una nota para tratar este problema, ni tampoco hacer una monografía del tema bastaría para dar con la tecla, pero si empezamos a organizarnos, primero desde el vecino, los resultados serán muy diferentes y vamos a poder controlar esta ola delictiva con mayor facilidad.




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