Después de haber salido al aire por FM Más de Eduardo Arias, en el Partido de La Costa estoy convencido que estos medios no saben tratan un tema como el del abuso o violación, sin dejar de exponer socialmente a la víctima.
Siempre va a resultar difícil entender las posiciones de dos personas que trabajan en un medio, y sobre todo con características diferentes. Hace muy poco ocurrió un hecho lamentable, en donde la inmediatez le jugó una mala pasada a unos cuantos medios radiales y escritos.
La denuncia fue una violación. Los daños colaterales que causó divulgar los datos, antes que se comprobara que se trataba de una mentira de una joven adolescente, fueron irreversibles. Si bien se trató de una travesura de la niña, lo cuestionable aquí es que mientras tanto ella no mencionó que se trataba de una mentira, la noticia corrió como reguero de pólvora por la comunidad costera como si el hecho hubiese ocurrido.
Acá hago hincapié en el tema de la difusión, porque en realidad no ocurrió lo que se dijo por los medios. Pero si hubiese ocurrido, lamentablemente estos medios -que por falta de formación sobre este tipo de hechos- no tuvieron el recaudo suficiente de darle el tratamiento adecuado al suceso. Aquí no se trató de un accidente ni de un robo. Se trató de un hecho muy delicado por donde se lo mire. Un niño que es víctima de una violación o un abuso, pasa por distintas etapas críticas, desde creerles, hasta quién es el personal adecuado que trata un tema de esta índole.
Los mismos padres -que pasa en infinidades de casos como estos- no están preparados y es natural que ante una situación así, se produzca hasta un desborde emocional y termine todo en un caos.
Son muchos los elementos que se ponen en juego en una situación de violación o abuso, sin embargo la inmediatez que utilizan los medios en nombre del "periodismo", dejan entrever que además de tener la noticia, también poseen datos de la situación y quedan al descubierto que también hay información aportada por la víctima y sus cercanos que se filtra desde la institución policial. En estos lugares donde el número poblacional no es el mismo de las grandes urbes, localizar a víctima es muy sencillo. Esto también genera que algún vecino o amigo quiera acercarse a la familia con la mejor intención de "dar una mano". Desconociendo que este tipo de ayuda tiene resultados adversos a los esperados.
La función del medio de comunicación, que también no está exento de errores, ya que refleja parte de una realidad cotidiana, utiliza en muchos casos la inmediatez de la divulgación de una noticia, como si se trataran todos los sucesos de la misma manera y no debe ser así. Hay recaudos que hay que tener en cuenta a la hora de consultar la fuente. Porque la primera fuente puede ser creíble y decir la verdad, pero si el hecho está contaminado con una mentira, en boca de un actor social como en este caso le toco al titular de una dependencia policial, se vuelve cierto. Esto no debe ser así y será el jefe Departamental de esa dependencia quien deberá formar a su personal para el tratamiento de las víctimas por abuso y violación.
Cuando el tema pasa por un medio de comunicación, la institución es la misma comunidad que es quien recibe la noticia como "algo que ocurrió". La inmediatez con la que se difunde un hecho, conlleva consigo o "arrastra" simultáneamente una carga emocional que impacta sobre el colectivo social. Primero que la palabra de un comisario está legitimada, porque se trata de un actor social con responsabilidades específicas y es la autoridad, luego si un hecho trasciende a través de un medio, también se toma con legitimación porque "lo dijeron en la radio". Y así pasamos el rumor escuchado en el medio al vecino o amigo que retransmite esa noticia por el vecindario, la cola del supermercado con un "viste lo que pasó" y se concluye pensando que si me lo dice un amigo al cual yo le creo, "debe ser cierto nomás".
Si retomamos el problema desde el origen del suceso y como cobró vuelo entre la población, llegamos al medio. Y no se trata de condenar a "los medios de comunicación", ya que fueron muchos los que prefirieron esperar, antes de ser atrapados por la inmediatez. Es necesario ponerle coto a una mala praxis frecuente y seria que se instala cada día más en muchos medios de comunicación.
No hay que cerrar ningún medio ni condenar a nadie, simplemente hay que dotarlos de una capacidad que necesitamos todos si queremos crecer en lo que hacemos, yo me anoto primero.
Lo peor es tratar de demonizar una crítica por el sólo hecho de haber observado una mala praxis dentro del periodismo. Y no está mal, hacer una autocrítica -debo ser el que más errores tiene, pero me gusta cuando me los hacen ver- porque la gente también comenzará a tener más confianza en el periodismo.
Pero esta mañana hice una salida al aire con FM MÁS con Eduardo Arias, y como es su costumbre de seguir hablando de uno, cuando uno corta con la entrevista, se preocupó más por unas palabras que había puesto en una nota referida a este tema, donde digo que no tengo dudas sobre un arreglo entre su medio y un candidato, que el tratamiento en sí sobre la inmediatez que provocó una psicosis en la zona costera. Pero algo me quedó en claro después de hablar con él, y hago uso de escribir también después de haber cortado la comunicación con Eduardo Arias, que hay medios -como el de él- que no saben tratar un tema de violación o abuso sexual. Creo en la necesidad imperiosa de hacer una autocrítica sobre este tipo de situaciones, en nombre de las víctimas y de las que por este tipo de actuaciones, temen dejar los datos para esclarecer muchos hechos aberrantes porque entienden que esa información se filtra por todos lados.
Repudio este tipo de mala praxis en cualquier medio de comunicación y pido que en este tipo de hechos no se permita ningún tipo de información relacionados al hecho, hasta que este no sea aclarado y que el victimario sea atrapado por la policía. Allí si, salir a decir como actuó la policía, el estado, los medios, brindándole así una red de contención a la víctima que es quién más lleva las de perder.
