Nota de opinión
Hoy fui a cubrir el acto de los festejos del día de la Independencia de la República Argentina que se realizaron en Santa Teresita -Partido de La Costa-. De allí seguí porque la fiesta se extendió al Centro Tradicionalista de Santa Teresita que queda al otro lado de la ruta de esta localidad. A medida que me iba cruzando con la gente, amigos, conocidos, me iban comentando que habían leído mi nota y mirado las fotos. Que estaba bien el planteo y que la construcción del Boulevar nada tenía que ver con el accidente de la nena de 3 años, porque la distancia de las ruedas traseras del camión estaban alejadas de la esquina y las delanteras otro tanto del Boulevar.
Lo que si me llamó la atención fueron dos cosas, una que muchos -después de mirar las fotos- se dieron cuenta que allí había dos canteros, incluso gente que es del barrio se acostumbraron a esquivarlos. Unos me dijeron que no le podía decir nada a los dueños porque se enojaban y preferían evitar problemas. Otros que: "Ya nos acostumbramos, bajamos a la calle y ya está". En ese momento pensé en las cosas que no me cerraban y al día siguiente del accidente me llegué hasta lugar.
Imaginé al tremendo camión de gran porte, y recordé lo que opinaban y decían las personas que estaban allí en la escena de la tragedia. Hubo gente que dijo haber visto el accidente, pero para evitar la testimonial en la fiscalía prefirió callarse.
Ese mismo día una joven se acercó y me dijo algo sobre los maceteros de la esquina, y se fue. No le presté atención en aquel momento, porque la gente que estaba en el lugar coincidían en la versión que la nena se le había escapado de las manos a la mamá. Ante tremenda fatalidad uno no piensa si la nena se soltó del brazo de su mamá o ésta la tenía agarrada. De cualquiera de las dos maneras, nadie le devuelve a su hijita fallecida. De hecho armé la crónica con ese comentario de que la nena se le había escapado de las manos a su mamá, porque no había otra versión. Todavía me dije, hubiese sido terrible que la madre la hubiera tenido agarrada de la mano, porque si uno mira el panorama del accidente, verá que la mamá se encontraba muy cerca de la esquina, en donde no debió estar parada nunca.
Esa misma noche me llama otra periodista -Antonieta Chinelato de Pionero Digital- para preguntarme sobre la mamá, porque andaba un rumor que la daban por fallecida. Nos acercamos al hospital y desmintieron la versión a lo que le propuse a Antonieta ir de nuevo al lugar del accidente, porque el tema de los maceteros me quedó haciendo ruido. Fuimos hasta el lugar a ver esos misteriosos maceteros, que yo no había visto cuando estuve en el lugar del accidente. Y efectivamente allí estaban dos construcciones sobre la esquina, como si fuesen dos rombos de 60 x 60 cm y unos 30 cm de alto -ver fotos en la nota anterior-. A lo que yo llamo canteros en vez de maceteros -porque allí no hay plantas-.
Al día siguiente concurrí al lugar con más tiempo y estuve desde las 11 am hasta las 12 am. a metros de esos canteros. En la nota anterior muestro las distintas secuencias de fotos que documentan la cantidad de personas imprudentes , que cruzan el semáforo realizando un giro en contramano, motos que cruzan el Boulevar a mitad de cuadra, mamás que van con sus chiquitos por el medio de la calle, porque esos canteros no les permiten ir cómodamente por la vereda.
A mi me surgen muchas preguntas, obvio que ninguna para resolver lo ocurrido, pero si para evitar futuros accidentes. ¿Quién le autorizó a los dueños de la agencia a construir dos canteros en la vía pública? ¿Por qué están construidos en donde obstruyen el paso al peatón que tiene que cruzar la Avenida 41 para llevar los niños al colegio?
Estando en el lugar uno ve que la senda peatonal está despintada y el semáforo para el peatón no está. Pero gracias al Boulevar, los vehículos circulan más despacio, antes cuando no estaba, la gente se cruzaba al carril contrario para pasar a otro auto, por lo tanto debían acelerar y circular por el carril en contramano. El Boulevar en cierto modo evita que esto ocurra.
Existen comerciante que quieren que no esté este Boulevar, porque no pueden trabajar ni maniobrar con sus camiones. Aquí aparece la primer puja de intereses comerciales. Que se ordene el tránsito, que se eviten accidentes porque los vehículos cruzan al mismo negocio a mitad de cuadra, eso no importa hay que darles el gusto a estos comerciantes. El resto de la comunidad no importa, sólo ellos. Este Boulevar fue construido con un proyecto presentado y aprobado por mayoría de votos en el presupuesto participativo. Una vez aprobado se destinan los fondos para la obra. En este caso, muchos comerciantes de ese sector, no sólo NO PARTICIPARON de las asambleas, sino que esperaron a que esté puesto en obras el Boulevar para empezar a traer conflictos innecesarios.
Este es un año político y hay medios que juegan para candidatos no oficialistas, y se está llevando a cabo una campaña proselitista por parte de estos candidatos bastante sucia, casi diría que hasta ponen en juego su miseria humana. A tal punto que instigan desde algunos medios -no todos- desde juntar firmas para sacar el Boulevar hasta romperlo "entre los vecinos". Demonizar el Boulevar no es tarea inocente. Tremenda barbaridad que terminaría con mucha gente presa, ya que no se puede destruir una obra del Estado, que es de todos -por ley- y que no es la manera correcta de darle una solución al problema en cuestión.
Acá el Boulevar no sólo no tiene nada que ver con el accidente ocurrido sino que debemos ordenar bien esa esquina. Comenzando por poner un semáforo para el peatón, pintar la senda peatonal y sacar de inmediato esos canteros que obstruyen el paso del peatón, para que éste pueda circular como corresponde por la vereda y con más seguridad.
Ayer habló la dueña de la agencia de loterías -a través de la reproducción de una grabación del día del accidente- por Radio de La Costa y dijo que había puesto esos canteros para seguridad de su local y sus clientes. Me dije, que los demás acá no importan, después de haber estado en el lugar pude apreciar la cantidad de personas que pasan por allí y que deben bajar a la calle porque esos canteros les estorba para caminar por la vereda. Luego Barracosa dijo: "Tiene razón Ana, por los accidentes que hay en esa esquina, tiene que poner algo al frente".
Ya es algo como que se naturaliza, algo que está mal hecho, aquí cualquiera hace de las suyas con "la cosa pública". ¿Para que están las leyes y las ordenanzas? Para que sólo las respeten algunos.
No es así ni debemos permitir que esto ocurra, ni la justicia se toma por mano propia, ni hacemos lo que se nos antoja en los espacios públicos.
Sigo investigando y buscando las causas por el cual se produjo el accidente, para mejorar y evitar situaciones similares en ese lugar. Hoy hay una vida menos que no se la podrán devolver a su madre, pero también debemos generar conciencia en la gente en como evitar futuros accidentes. En vez de andar haciendo de una fatalidad o una desgracia ajena, un motivo de rosca política., debemos trabajar socialmente por evitar este tipo de tragedias.
La fiscalía lo tendrá que revisar minuciosamente y el Estado observar en ese lugar que es lo que hay que corregir.
En esta imagen usted podrá ver algo similar a una reconstrucción del accidente, esta foto fue tomada apenas 24 horas mas tarde del fatal accidente. Esta mamá también queda a mereced de otro accidente que por suerte no pasó. Observen que pasaría si esos canteros no estuvieran allí, puestos sólo para darle seguridad a los clientes y al propietario de la agencia, según dijo Barracosa en su programa de radio -tremenda barbaridad-.