jueves, 12 de julio de 2007

Habia una vez en mi pueblo una radio...

Vivo en un balneario del Partido de La Costa, precisamente en un pueblo nombrado Santa Teresita. Donde la mitad de la comunidad maldice y desprecia a uno de los dos intendentes que han administrado este municipio durante casi 24 años. La otra mitad lo hace con el otro, sólo hasta el momento han sido dos.
Uno observa, practica y vive esta bella profesión que es el periodismo. Y mi profundo agradecimiento es a los profesores académicos que de lunes a viernes llegaban - y algunos lo siguen haciendo- desde la Facultad de Periodismo de La Plata a enseñarnos y desarrollar sus cátedras. Porque allí es donde cada uno de los que concurrimos a aquellas clases pudimos aprender a diferenciar entre lo óptimo y lo pésimo.
Ayer, ya con muy poco asombro pude ver el lado claro de la hipocresía. Que tal vez hoy contemplo con serias dudas. Se celebraron 20 años del programa radial "Inquietudes", que bien podría haberse llamado "Inquietante". El denominador común que tiene que ver con esta comunidad es: "Aquí se legitima lo que está vigente y no lo que puede servir o construir". Y les puedo asegurar que la diferencia no sólo es abismal, sino que benigna.
Mientras escuchaba los agradecimientos que le brindaban a su conductora Susy Barracosa - que no merece mis respetos, desde que me prohibió hablar como periodista en su programa, manifestándolo al aire- por su trayectoria, me parecía estar soñando. Estaban empleando una total hipocresía con esta mujer o tal vez lo hicieron antes conmigo. Me preguntaba a la vez ¿No eran esas voces las que me decían lo contrario? Deberé visitar urgente un Psiquiatra, siento voces que me dicen lo opuesto a lo que manifestaron en su programa.
Entonces me pregunto, acaso no es la misma gente que se queja de los gobernantes y los vuelve a votar (?). Claro que si, es la misma, sin lugar a dudas. Aquí las cosas funcionan así.
Hay gente que se pone detrás de un micrófono, sin noción alguna de lo que es o significa un medio de comunicación y se larga a desatar un caos informativo. Total si les decís algo, después tienen el micrófono para seguir hablando estupideces sobre el que los observa y la gente contenta.
¿Será que conviene tener este tipo de gente en una radio? Cuántas cosas se tapan con la desinformación, al final la gente termina hablando que se come las "eses", que dice "comisería", que cuando entrevista a alguien no lo deja hablar porque lo tapa con su opinión y le dice a cada uno de ellos como tiene que hacer las cosas. Pero nunca los temas se tocan por su contenido.
A este tipo de práctica, en el Partido de La Costa, se le llama trayectoria, periodismo, estar con las instituciones, en fin. Estaría muy bueno volver a leer Cien Años de Soledad, donde en Macondo se debían renombrar las cosas, porque no se tenía conocimiento para que servían.
En fin, 20 años, sin embargo lo grave no termina aquí, sino que pidieron por 20 años más. Realmente un espanto.
Ariel Fontana

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