Más que un ganador, en estás elecciones hubo muchos perdedores. Obtener resultados diferentes a los que se esperaban iba a ser una cuestión azarosa o fantástica. El trabajo político de sus protagonistas desde las elecciones anteriores hasta hoy, tiene como resultado lo decadente de la cuestión.

En el 2005 entraron 7 concejales a ocupar bancas oficialistas y según algunos medios, estos pasaron por estos 2 años "sin pena ni gloria". Me pregunto que fue de la oposición, que al tener su minoría en el Concejo Deliberante, es cuanto más debería fortalecerse. Sin embargo nada, ausencia, trabajo sin trascendencia, nada que pueda dejar una huella por su paso. Entonces por qué esperar un resultado de la nada por nada.
Mientras esperaba mi turno para votar, recorría los lugares de votación por Santa Teresita y hablaba al pasar con gente que permanecía por horas haciendo cola para votar y salir rápido para su casa. Los comentarios que recibía eran muy semejantes: "Qué manera de cortar boletas, la gente", yo me preguntaba como saben si el voto es secreto. Bastó entrar al cuarto oscuro y ver el tacho de basura repleto con boletas que les faltaban o la parte de adelante o la de atrás.


Cada uno de los perdedores deberá revisar su trabajo político ¿Cómo? De aquí en adelante, permaneciendo en la arena política, trabajando con proyectos y como actores sociales, respetar la decisión amplia de la mayoría de los electores. Queda mucho por hacer y poco por decir.
Quedó demostrado que una fuerza política no se puede presentar a pocos meses de las elecciones, otros que no se gana una elección con soberbia
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